Microsoft ha registrado una patente que permitirá aprovechar la inteligencia artificial para detectar a los tramposos que utilicen una plataforma. La idea no es solo detectarlos en un juego, sino también en sistemas como Xbox Live.
Según Microsoft, la IA estaría entrenada para rastrear las interacciones entre juegos y plataformas. Dichas interacciones incluirían notificaciones de logros, game scores reportados o ranking de los jugadores en función de las actividades en los juegos. Si algo anormal ocurriera, los datos se analizarían para poder detectar posibles trampas. Esto podría llegar a aplicarse tanto en first como en third-parties, teniendo en cuenta que los juegos third-party en principio no serían capaces de detectar dichos fallos.
El problema sería la enorme cantidad de datos recibidos por los jugadores. Pero reconocerlos y analizarlos sería mucho más fácil para una IA que para un ser humano, además de mucho más rápido. Para empezar a detectar las trampas, el proceso comenzaría con un módulo de gestión de logros.
Junto a este módulo de logros existiría otro encargado de detectar trampas. Los juegos suministrarían a este segundo módulo la información sobre el gameplay y el progreso del jugador. A partir de ahí, existirían dos funciones que examinarían esos datos para juzgar la conducta del jugador. Es decir, la IA compararía esos datos con los de otros jugadores que no han hecho trampas.
Si estas funciones sospecharan que ha habido trampas, se tomarían acciones contra el jugador en función de su historial. En un primer momento se le advertiría vía email. Y, si el jugador repite su conducta, su cuenta sería suspendida o baneada de forma permanente.